domingo, 20 de febrero de 2011

Mi muñeca

Es una muñeca. Pero no una muñeca cualquiera. Aunque lo parezca a simple vista, es mucho más que eso. Es una amiga.
Al cogerla me vienen los recuerdos; yo tenía una igual, habíamos compartido tantos momentos juntas… hasta que crecí y la abandoné en un rincón.
Ahora, al ver la muñeca que le han regalado a Lucía por Navidad me acuerdo de ella por primera vez en mucho tiempo. Parece como si volviera a tenerla enfrente, contándole historias e imaginándome que era de verdad. Ella me miraba con sus ojos negros y vacíos, aunque en esa época me parecían vivos y felices; como si de verdad pudiera escucharme. Ahora, al pensar en ella, sólo veo los dos botones que hacían de ojos y no podían expresar nada.
También me acuerdo de cuanto me gustaba peinar la lana amarilla que hacía de pelo. O como le cambiaba de vestido continuamente. Pero ella siempre sonreía, con esa sonrisa fría y carente de sentimiento, que al fin y al cabo no era más que un trozo de hilo. Antes, sin embargo, me parecía una sonrisa de felicidad, que en cualquier momento podría convertirse en una carcajada.
Dulce infancia, que convierte hasta el más simple objeto en una cosa llena de magia y diversión.
Mi muñeca de tela, de la que ya ni siquiera me acuerdo del nombre, esa muñeca más pequeña que mi brazo, que estuvo presente en todos los momentos importantes de mi niñez, aquella muñeca que tanto quise, ya no la volveré a ver.

4 comentarios:

  1. ¡Hola Au! Muchas gracias por seguirme en Plumas de Tinta, me alegra muchísimo que te guste. A mí me ha encantado tu blog, así que también te sigo. Muy bonito este texto, por cierto ;)

    Un besazo!

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  2. ¡Gracias Beth! :) A mí sí que me alegra que te guste mi blog :D. El tuyo es fantástico, y lo bueno es que me gustan los mismos libros que a ti, por lo que me entero de todo ^^.
    Además, la decoración es preciosa :)
    ¡Un beso!

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